viernes, 1 de junio de 2018

COMO TRABAJAR CON NIÑOS SORDOS



A ciertas edades, los niños son esponjas capaces de absorber todo el conocimiento que seamos capaces de transmitirles. Esto lo saben bien los profesores, acostumbrados a tratar diariamente con toda clase de alumnos, desde los más concentrados a aquellos que se distraen con el vuelo de una mosca. Todos ellos, como decimos, tienen en común una capacidad innata de aprender con facilidad.
Y cuando hablamos de niños con alguna discapacidad auditiva, la situación en la misma. En ningún caso sería correcto pensar que estos pequeños aprenden de una forma diferente al de resto de niños, los que oyen perfectamente. Por supuesto, y dadas las circunstancias asociadas a padecer algún grado de sordera, sí que existen algunos mecanismos de enseñanza que los docentes deben conocer para poder desempeñar su labor.
Son solo una serie de sencillas pautas, pero servirán de gran ayuda a la hora de trabajar con niños sordos. Entre ellas, destacamos las siguientes:

Refuerzo visual.: Para ello, la pizarra será nuestro gran aliado. Todo lo que le expliquemos a un alumno con discapacidad auditiva quedará mucho más claro si, a modo de conclusión, lo apuntamos en un esquema sencillo que además puedan grabar en su mente como referencia.

Lectura labiofacial: Muchos niños sordos captan la información visualmente, es decir, leyendo nuestros labios. Por ello, es importante tener en cuenta que sus tiempos de aprendizaje son algo más largos que el del resto de alumnos.

Trabajar en grupo: Precisamente por esa necesidad de tener que concentrarse en cómo se mueven nuestros labios, a la hora de hacer trabajos grupales es conveniente no formar grupos de más de tres o cuatro niños. De esta forma facilitaremos las cosas para todos
.
Un lugar estratégico: Todos los niños requieren de una atención personalizada en el aula, pero parece justo que aquellos que tienen más dificultad para escuchar dispongan de un sitio privilegiado, a poder ser cerca del profesor y con una buena visibilidad del resto de la clase.

Por supuesto, y como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo, pero en Audifón estamos seguros de que estos consejos ayudarán a los docentes de pequeños que sufren sordera. Además, para ellos, es recomendable el uso de audífonos para poder oír. Si necesitas más información sobre ellos, visita ya nuestros centros auditivos y consulta a nuestros profesionales.

LA NIÑA SORDA QUE QUIERE SER BAILARINA


6 TIPOS DE ESQUIZOFRENIA


1. Esquizofrenia catatónica
Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por las graves alteraciones psicomotoras que presenta el paciente. Estas alteraciones patológicas no siempre son las mismas, aunque las principales son la inmovilidad y la rigidez cérea, en las que la persona mantiene los músculos tensos de manera que parece una figura de cera (de ahí el nombre del síntoma), la incapacidad de hablar y la adopción de posturas extrañas estando de pie o en el suelo.

2. Esquizofrenia paranoide
Uno de los tipos de esquizofrenia más conocidos, en este caso los síntomas tienden a ser más psíquicos que motores; de hecho, las personas con esta clase de esquizofrenia no tiene fallos en la capacidad motora o del habla. Entre estas señales de alteración en las funciones psíquicas se encuentra la manía persecutoria, es decir, la creencia de que otras personas tienen quieren hacernos daño en el presente o en un futuro.

También es frecuente que en este tipo de esquizofrenia se den alucinaciones auditivas y delirios (en estos últimos no se perciben elementos extraños a través de los sentidos, pero el pensamiento está tan alterado que se construyen narrativas extrañas sobre la realidad).

Los delirios de grandeza, clásicos de las personas megalómanas, también pueden hacer su aparición aquí.

3. Esquizofrenia simple
Esta ha sido una categoría para designar un posible tipo de esquizofrenia en el que no hay tantos síntomas positivos (es decir, aquellos que definen la conducta proactiva y las iniciativas de la persona) y sí síntomas negativos (es decir, caracterizados por la ausencia de procesos psicológicos básicos y con la falta de voluntad y motivación). Dicho de otro modo, este tipo de esquizofrenia se caracteriza por los procesos mentales que se ven disminuidos, y no tanto por los excesos inusuales de actividad mental.

Las personas que presentaban este tipo de esquizofrenia presentaban muchas formas de inhibición, aplanamiento afectivo, poca comunicación verbal y no verbal, etc.

A diferencia del resto de tipos de esquizofrenia que veremos aquí, este no aparecía en el DSM-IV, sino que ha sido una categoría propuesta por la OMS.

4. Esquizofrenia residual
Esta categoría era usada como un tipo de esquizofrenia que se da cuando en el pasado ha habido un brote de esquizofrenia pero en el presente los síntomas positivos son muy moderados y de baja intensidad, mientras que lo que más llama la atención son los "restos" de síntomas negativos que han quedado. Así pues, para entender este tipo de esquizofrenia es muy importante tener en cuenta el factor tiempo y realizar comparaciones entre el antes y el después.

5. Esquizofrenia desorganizada o hebefrénica
En este tipo de esquizofrenia, más que existir comportamientos que en sí mismos son signo de patología (como por ejemplo la adopción de una postura totalmente rígida), la enfermedad se expresa a través del modo en el que se organizan y se suceden las acciones de la persona. Es decir, que su característica principal es el modo desordenado en el que van apareciendo las acciones, en comparación con el resto.

Su conducta es caótica y no está organizada alrededor de temas que se mantienen en el tiempo, es decir que no se construye una narrativa más o menos coherente que dé pie a la manía persecutoria o las alucinaciones que se tienen, por ejemplo. La persona muestra desorganización en sus estados emocionales, en lo que dice y/o en su forma de moverse.

6. Esquizofrenia indiferenciada
Esta es una categoría "cajón de sastre" para poder clasificar aquellos casos que no encajan en los criterios diagnósticos del resto de tipos de esquizofrenia. Por ello, no se puede considerar un tipo de esquizofrenia consistente.

LA ESQUIZOFRENIA

El DSM-IV define la esquizofrenia como un trastorno crónico caracterizado por la presencia de alucinaciones, ideas delirantes, lenguaje desorganizado y/o aplanamiento afectivo, entre otros síntomas.
Uno de los subtipos de esquizofrenia es la catatónica, que implica alteraciones por exceso o por defecto en el movimiento. La ecolalia y la ecopraxia son habituales en la esquizofrenia catatónica.

¿QUE ES LA AFASIA ?


Las lesiones debidas a accidentes cerebrovasculares o a traumatismos craneoencefálicos a menudo provocan afasia, un conjunto de trastornos del lenguaje asociados con el daño cerebral. En estos casos la ecolalia suele tener un carácter compulsivo y no funcional.


La ecolalia es particularmente frecuente en la afasia transcortical sensorial, que se produce como consecuencia de lesiones en el lóbulo temporal. Además de la ecolalia, otras características de este tipo de afasia son la presencia de parafasias (sustitución de palabras por otras incorrectas) y el mantenimiento de la comprensión verbal.


SINDROME DE TOURETTE


El síndrome de Tourette se caracteriza por la presencia crónica y simultánea de tics motores y vocales. Uno de los síntomas más conocidos del síndrome de Tourette es la coprolalia, que consiste en la emisión impulsiva de palabras obscenas o socialmente incorrectas, si bien sólo se da en un 10% de los casos aproximadamente.

De modo similar, y aunque resultan menos frecuentes que la coprolalia, también se producen ecofenómenos como la ecolalia y la ecopraxia en el contexto de este trastorno. La palilalia es otro de los posibles síntomas del síndrome de Tourette.

ESPECTRO AUTISTA


El concepto “trastornos del espectro autista”, que se introdujo en el DSM-5, engloba el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo de la infancia y el síndrome de Rett, además del propio autismo de Kanner y de otros trastornos generalizados del desarrollo.

Este conjunto de síndromes se deben probablemente a disfunciones en las neuronas espejo derivadas de causas genéticas. Los trastornos del espectro autista afectan a la comunicación, a la interacción social y a la amplitud del repertorio conductual, y en muchos casos cursan con déficits intelectuales.

En el marco del autismo el tipo de ecolalia puede variar en función de la intensidad de las alteraciones y de la situación concreta. Así, es más probable que se dé ecolalia no funcional en autistas que no comprenden el habla, mientras que la funcional puede usarse para compensar las dificultades lingüísticas. En estos casos es habitual la ecolalia inmediata.