1. Esquizofrenia catatónica
Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por las graves
alteraciones psicomotoras que presenta el paciente. Estas alteraciones
patológicas no siempre son las mismas, aunque las principales son la
inmovilidad y la rigidez cérea, en las que la persona mantiene los músculos
tensos de manera que parece una figura de cera (de ahí el nombre del síntoma),
la incapacidad de hablar y la adopción de posturas extrañas estando de pie o en
el suelo.
2. Esquizofrenia paranoide
Uno de los tipos de esquizofrenia más conocidos, en este
caso los síntomas tienden a ser más psíquicos que motores; de hecho, las
personas con esta clase de esquizofrenia no tiene fallos en la capacidad motora
o del habla. Entre estas señales de alteración en las funciones psíquicas se
encuentra la manía persecutoria, es decir, la creencia de que otras personas
tienen quieren hacernos daño en el presente o en un futuro.
También es frecuente que en este tipo de esquizofrenia se
den alucinaciones auditivas y delirios (en estos últimos no se perciben
elementos extraños a través de los sentidos, pero el pensamiento está tan
alterado que se construyen narrativas extrañas sobre la realidad).
Los delirios de grandeza, clásicos de las personas
megalómanas, también pueden hacer su aparición aquí.
3. Esquizofrenia simple
Esta ha sido una categoría para designar un posible tipo de
esquizofrenia en el que no hay tantos síntomas positivos (es decir, aquellos
que definen la conducta proactiva y las iniciativas de la persona) y sí
síntomas negativos (es decir, caracterizados por la ausencia de procesos
psicológicos básicos y con la falta de voluntad y motivación). Dicho de otro
modo, este tipo de esquizofrenia se caracteriza por los procesos mentales que
se ven disminuidos, y no tanto por los excesos inusuales de actividad mental.
Las personas que presentaban este tipo de esquizofrenia
presentaban muchas formas de inhibición, aplanamiento afectivo, poca
comunicación verbal y no verbal, etc.
A diferencia del resto de tipos de esquizofrenia que veremos
aquí, este no aparecía en el DSM-IV, sino que ha sido una categoría propuesta
por la OMS.
4. Esquizofrenia residual
Esta categoría era usada como un tipo de esquizofrenia que
se da cuando en el pasado ha habido un brote de esquizofrenia pero en el
presente los síntomas positivos son muy moderados y de baja intensidad,
mientras que lo que más llama la atención son los "restos" de
síntomas negativos que han quedado. Así pues, para entender este tipo de
esquizofrenia es muy importante tener en cuenta el factor tiempo y realizar
comparaciones entre el antes y el después.
5. Esquizofrenia desorganizada o hebefrénica
En este tipo de esquizofrenia, más que existir
comportamientos que en sí mismos son signo de patología (como por ejemplo la
adopción de una postura totalmente rígida), la enfermedad se expresa a través
del modo en el que se organizan y se suceden las acciones de la persona. Es
decir, que su característica principal es el modo desordenado en el que van
apareciendo las acciones, en comparación con el resto.
Su conducta es caótica y no está organizada alrededor de
temas que se mantienen en el tiempo, es decir que no se construye una narrativa
más o menos coherente que dé pie a la manía persecutoria o las alucinaciones
que se tienen, por ejemplo. La persona muestra desorganización en sus estados
emocionales, en lo que dice y/o en su forma de moverse.
6. Esquizofrenia indiferenciada
Esta es una categoría "cajón de sastre" para poder
clasificar aquellos casos que no encajan en los criterios diagnósticos del
resto de tipos de esquizofrenia. Por ello, no se puede considerar un tipo de
esquizofrenia consistente.
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